Me parece super loco estar escribiendo esto 7 años después. No me da la sensación de que parece ayer que hice mi primer viaje al exterior, pero sí me sorprende que aún no haya escrito, ni para mí, una bitácora de lo que fue visitar otro país que no fuera el mío por primera vez en la vida.
Arranca, con este posteo, una serie de publicaciones al estilo de bitácora de viaje sobre cada uno de esos viajes de colección (como diseñadora de indumentaria) que no pude relatar por este medio. La razón por la cual no escribí públicamente sobre ninguno de estos viajes es muy simple: al director de la compañía no le gustaba que la pasáramos bien estando de viaje — andá a decirle eso a alguien que va por primera vez en su vida a Nueva York, ¿no? ? ¡Que no te vieran subiendo fotos sonriendo en la 5ta avenida! ¡El escándalo! Por suerte, como ya no trabajo en ese lugar y porque ya pasaron una buena cantidad de años desde que dejé esa oficina, puedo permitirme mostrar por primera vez en mi vida estas fotos, precariamente sacadas con un Samsung Galaxy SII que se RE portó durante estos viajes ♥
Sin decir más, arracamos~

Llegamos a Nueva York un Domingo, mi gerente y yo. Andá saber por qué llegamos 1 día antes que el resto, ni por qué eligieron un Domingo, pero bueno, ahí estábamos. El viaje en avión fue toda una aventura (divertida y terrorífica a la vez) y el hotel era ESPANTOSO (el famoso Hotel Pennsylvania que hace poco ha cerrado sus puertas gracias al cielo), pero yo pisaba otro país por primera vez en mi vida, ¡y nada más ni nada menos que NY!
No voy a mentirles: me pareció horrible ese primer viaje. No se si porque mi primera impresión fue de un Domingo muy poco transitado, o porque era invierno y durante todo el viaje prácticamente garúaba. Pero recuerdo que no me había gustado PARA NADA Nueva York. Mucho caos, mucho olor a pis humano, mucha suciedad en el piso. La gente no se disculpaba si te llevaba puesta, pero si hay algo que no puedo negar es la DIVERSIDAD de personas y estilos que desfilan por las calles de esta ciudad de concreto. Casi que me arrepentí de ir vestida tan normalucha. ¡Esta era la ciudad para tirarme el placard encima!



No había mucho para hacer ese domingo que llegamos, así que mi gerente me hizo un mini tour por lo que estuviera abierto y oooobviamente fuimos al famoso Central Park. Me hipnotizó. Desde ese viaje, no hubo ocasión que yo no aprovechase para pasar un par de horas en Central Park. Me voló la cabeza lo enorme que es, su pista de hielo, y el puesto de mega panchos asados que espero que siga existiendo ♥.



Casi siempre comíamos en Timesquare porque se ve que los gerentes no podían comer barato ? (comete un pancho al pasar queriiiido). Igual no me quejo, porque los lugares elegidos casi siempre eran Bubba Gump o el Hard Rock Cafe. Recuerdo que odiaba hacer cola, pero que la comida era DELICIOSA.
En mis viajes, Xime siempre fue mi safe-person-to-be-with. La otra diseñadora que entendía mi creatividad y mi forma de pensar. Con ella nos escapábamos por la ciudad para salir de compras entre las pocas horas libres que nos quedaban entre las 6PM (cuando terminábamos de trabajar) y las 9PM que era la hora en la cual usualmente nos juntábamos todos en el lobby del hotel para salir a cenar.
No se en cuántos Forever21 o H&M nos habremos perdido. Vieron que son gigantes esas tiendas en NY (o era, no se si siguen existiendo con la crisis que se está viviendo). También pasamos algo de tiempo en la icónica tienda de Toys R Us antes de que cerrara — al día de hoy agradezco haberla conocido porque era mi lugar favorito en toda la ciudad ??.






La visita al One World Trade Center y las fuentes psicina en honor a los fallecidos en el atentado a las Torres Gemelas fue uno de los highlights del viaje. No puedo explicarles el sonido ensordecedor que producen y lo fríos que son sus bordes. Me dio mucha pena recorrerlas y leer cada nombre. Soy de las pocas personas que no recuerdan haber visto en TV el suceso, ni tampoco recuerdo qué estaba haciendo cuando ocurrió, pero si me acuerdo de lo acongojada que me sentí cuando vi el replay de ese horrible video con los aviones impactando.
Con Xime queríamos sacarnos una foto para no olvidar el lugar. Una forma de decir “eu, yo estuve ahí”, pero no teníamos ni idea cómo “posar” junto a un lugar donde hubo tanta tragedia. Así que yo opté por taparme la mitad de la cara porque claramente no daba sonreír.



A pesar de que en este primer viaje no me enamoré de NY por completo, no puedo mentir: algo de esta ciudad de concreto es cautivante. Y la verdad que no se qué es. Porque no les miento: está sucia, llena de pis, demasiado concreto (para alguien que AMA la naturaleza), la gente tiene prisa para llegar andá saber dónde… pero tiene algo mágico que te atrapa, que te envuelve.
Espero que algún día nos volvamos a ver, New York ♥.
Hermosa ciudad <3 Espero volver alguna vez en la vida para Halloween <3
Ay siii ♥